La Naturaleza del Amor

Arthur Janov (1)

El concepto del amor ha sido muy usado; quizá sea útil considerarlo en la función de la teoría primal.

Básicamente amor significa apertura y libertad para sentir y permitir que los otros también sean libres. Significa permitirles que se desarrollen y se expresen a si mismos naturalmente. Es esencial ser uno mismo y dejar que los otros sean naturales.

La definición primal del amor es dejar que los demás sean lo que son. Esto sólo puede suceder cuando las necesidades están satisfechas.

Implícita en la definición el amor está la existencia de una relación real entre los que se aman. Después de todo, se puede dejar que el otro sea el que es ignorándolo, pero la respuesta al otro es parte integrante del amor. Debemos recordar que dejar que alguien sea realmente él mismo significa satisfacer sus necesidades. Esta es la tarea de los padres amantes. Más tarde habrá pocas necesidades que satisfacer y el amor puede ser realmente darse el uno al otro. Desgraciadamente, el amor para el neurótico significa satisfacer sus necesidades irreales (en forma de deseos). Significa regalos o muchas llamadas telefónicas o cualquier otra "prueba" de un afecto inmortal. El neurótico se siente no querido cuando sus necesidades enfermizas no son atendidas.

El amor es sentir. Existe cuando dos personas conversan, toman café o tiene relaciones sexuales. Cuando no hay sentimiento (es decir cuando el sentimiento esta bloqueado y oculto), los neuróticos pueden acceder a todas esas actividades sin que haya un ápice de amor. En cambio hay una “succión” (como dicen mis pacientes), en que se trata de conseguir algo de alguien para llenar el vacío interior.

A comienzos de la vida, el amor significa satisfacer las necesidades primales. En los primeros meses y años esto entraña muchas caricias y mimos. El niño no da la palabra "amor" al hecho de que lo tomen en brazos, pero sufre cuando eso le falta. El contacto físico es una condición sine qua non para los niños. Sin eso no se les puede demostrar amor. No es suficiente pare el niño saber "saber" que sus padres no demostrativos lo quieren; debe sentirlo. No llenar esa necesidad es no amar, por muchas que sean las protestas de amor que se hagan. El padre que trabaja tanto que apenas ve a sus hijos, puede racionalizar que trabaja para ellos, pero cuando no tiene contacto, cuando no se da a ellos, debemos suponer que trabaja para aliviarse. Si el niño necesita cerca a su padre, que esta lejos trabajando la mayor parte del tiempo, sus necesidades no son satisfechas.

Un niño pequeño sabe cuando esta mojado, hambriento y cansado y cuándo le duele algo. Cuando se lo pone cómodo, podemos decir que esta experimentando amor. Amor es lo que suprime al dolor. Cuando se le permite explorar, gritar, chuparse el dedo, agarrar a la madre, podemos hablar de amor. Cuando se le impide todo esto, cuando no es tomado en brazos, cuando no se le habla, puede sentirse incomodo y tenso. Podemos decir que el amor y el sufrimiento están en dos polos opuestos. El amor estimula el yo; el sufrimiento lo sofoca.

Pero el amor no consiste sólo en tocar a u niño y tenerlo en brazos. Si se le niega la expresión de lo que siente y tiene que excluir una parte de sí mismo, es posible que por más que sus padres lo tomen en brazos y lo acaricien, siga sintiéndose no querido. Nunca se insistirá bastante en la importancia de la libre expresión, que puede determinar el destino del niño por el resto de su vida. Unos cuantos abrazos o una frase como: "Ya sabes cuanto te queremos", no pueden disimular esa negativa.

Ningún afecto posterior abolirá es privación primera, a menos que sea revivida junto con el sentimiento original que ha sido negado. El neurótico se pasa la gran parte de su vida adulta tratando de tapar su dolor con nuevos amores, asuntos sentimentales y flirteos. Cuantos más amores e historias sentimentales tenga, menos son, paradójicamente, sus posibilidades de sentir; la caza parece interminable porque para él sentirse amado significa primero sentir con toda intensidad el viejo dolor de no ser querido.

Como el amor entraña sentir el yo, no podemos transferirlo a otro. Cuando alguien dice: "Me haces sentir una mujer" o "Contigo me siento querido", por lo general quiere decir que no se siente y que se necesitan actos y símbolos del exterior para lograr el convencimiento de ser amado. El amor no es cuestión de dar algo a alguien para que su tanque indique "lleno". Tampoco podemos vaciarnos de amor como no podemos vaciarnos de sentimiento. No es algo divisible que puede repartirse en pedazos ni desglosarse en especialidades tales como "amor maduro" y "amor inmaduro".

¿Por qué es tan universal la búsqueda del amor? Porque es la búsqueda del yo que nunca pudo ser. Más precisamente, la búsqueda de ese alguien especial que nos dejara ser lo que somos. Como somos tantos los que hemos visto nuestros sentimientos ignorados o aplastados, terminamos por hacer lo que no sentimos. Los matrimonios tempranos, los noviazgos rápidos, derivan, creo, de la frustración interior y la desesperación por sentir a través de los demás. La búsqueda es interminable porque poca gente sabe de veras lo que busca.

Es raro que la pérdida de un amor en el presente produzca resultados catastróficos como el intento de suicidio si la pérdida no refleja otra más profunda, más antigua, en la infancia.

Cuando al fin el neurótico se siente no querido, inicia el camino que lo llevará a sentirse querido. Experimentar el dolor es descubrir la realidad del cuerpo y sus sentimientos, y no puede haber amor sin sentimiento.

(1) A. Janov (1977) El grito Primal. Edit. Sudamericana. Buenos Aires

1 comentario:

Andrea dijo...

Bonito y profundo. Y cierto.
No conocía a Janov. Él fue el que llamó grito primal al alarido que emiten las personas en una seción terapéutica. Y de ahí, terapia primal.
El arte posee muchas referencias neuróticas, como las obras de Carl Jung, que presentan al genio creativo que era, pero a la vez se aprecia el simbolismo neurótico. Y otros muchos como el famoso Viktor Oliva, que en mi opinión aparte de padecer enfermedades neuronales, debió dejar la bebida.